lunes, 21 de octubre de 2013

De cómo se mascó la tragedia en el viaje a Polonia

Hace ya unas semanas que llegué a Polonia, y ya he comenzado mi voluntariado.  Debo confesaros que lo que en principio debió ser un viaje tranquilo desde Zaragoza hasta Rzészow no lo fue tanto.  La razón no es otra que la agitación propia de los días anteriores a la partida y ciertos hechos que acontecieron durante el viaje.  No, el avión no hizo corto de combustible ni nada de eso.  Pero vayamos por partes.

En primer lugar, la preparación del viaje.  Hay un vuelo directo desde España hasta Rzészow, la ciudad en la que me encuentro, desde Gerona.  Otra posibilidad es viajar desde Zaragoza hasta Londres en avión, y luego desde allí volar hasta Rzészow, pero las esperas tan largas en los aeropuertos no me llaman mucho, así que decidí viajar desde Gerona.  El vuelo es con Ryanair, también lo es si se hace desde Londres, así que ya podéis imaginaros la cantidad infinita de ventanas que se van abriendo durante el proceso de reserva.  Que si te puedes asegurar por no se cuántos euros más, que si quieres embarque preferente, que si ya has comprado la bonita maleta de Ryanair…  Y todo para no comprar nada, más que el vuelo.  Al fin y al cabo, si el avión se estrella, no sé muy bien para qué quiero un seguro adicional que no voy a poder cobrar.

Dentro de la preparación del viaje, nos encontramos también con el tema del equipaje.  Como fui previsor, decidí facturar una maleta de 20 kilos, porque al fin y al cabo, seis meses fuera son muchos meses como para venir sin ropa, y más viniendo a Polonia en pleno invierno.  Meter toda la ropa que quise llevarme fue una tarea ardua, pero con paciencia y algo de ayuda de mi hermana, logré llevarme todo lo que creí necesario.  Pese a todo, alguna cosa se quedó en casa, pero lo básico se vino conmigo.  Con algunas dudas acerca de si mi equipaje se pasaría de peso, marché con la maleta a tope camino de la estación de tren de Zaragoza.

Ahora comienza el viaje propiamente dicho.  Fraccioné mi viaje en tres etapas, primero iría de Zaragoza a Barcelona, una vez en Barcelona haría trasbordo hacia Gerona, y finalmente, iría al aeropuerto de Gerona en autobús, para allí coger el avión hasta Rzészow.  El viaje a Barcelona fue tranquilo, sin problemas, en un AVE que incluso estaba medio vacío (o medio lleno si queréis ser optimistas), y que llegó con relativa puntualidad a la estación de Sants.  Una vez allí, empezó el lío… la estación de Sants es ENORME.  Teniendo en cuenta que no me la conocía, sobreestimé demasiado el tiempo que tenía entre tren y tren.  Después de varias preguntas, logré llegar al mostrador de trenes de media distancia, donde me indicaron qué andén debía tomar para coger el tren hacia Gerona.  Curiosamente, los carteles decían que la línea que llevaba a Gerona subía hasta Portbou, pero en realidad llegaba hasta Figueres, lo cual contribuyó al malentendido que hizo que se mascara la tragedia.  Para acceder al tren, debías tener un billete estilo metro, que lo introduces en la máquina y te abre las puertas, sin embargo, el mío era un billete de AVE, en el que estaba ya incluído el trasbordo a Gerona.  Las puertas, evidentemente, no se abrían.  Al ser un sistema automático, no había empleados de la estación. No podía pasar a coger mi tren.  El tiempo pasaba.  Tic tac tic tac…  Finalmente, cuando quedaban dos minutos escasos para la salida, apareció un empleado de seguridad tras las puertas, al que llamé a gritos (debéis comprender la situación), y que me dejó pasar viendo la muchísima prisa que llevaba.  Bajé al andén a todo correr, y me metí en el único tren que había sin estar muy seguro de si era ese el que debía coger.  Por fortuna hubo suerte y era ése el tren que debía coger, pero aún me estoy preguntando qué hubiera hecho si el tren se hubiera ido sin mi o si no hubiera sido el tren correcto.

Sin más incidentes que el que os acabo de contar, llegué a Gerona, y de allí me fui al aeropuerto.  Por suerte, la estación de autobuses está justo enfrente de la estación de tren.  

Estación de tren de Gerona

Una vez en el aeropuerto, y tras tres largas horas de espera, subí al avión que debía llevarme a Polonia (esta vez sí, estaba seguro de que era el avión correcto).  Dos horas y media después, estaba en Rzészow, donde me esperaban mis coordinadores para llevarme en coche hasta mi casa, donde me estaban esperando mis otros tres compañeros.

Y este fue mi viaje a Polonia.  Ya veis que aunque uno vaya con tiempo, siempre hay que desconfiar un poco de tus opciones, nunca se sabe lo que puede ocurrir.  Por cierto, os estaréis preguntando si hubo algún problema en la facturación.  Y no lo hubo, pese a que la maleta se pasaba levemente de peso, fueron 20.8 kg, pero los señores de Ryanair hicieron la vista gorda por una vez, evitándome hacer el espectáculo tan bochornoso de tenerte que poner tres capas de ropa encima para que la maleta pueda ser facturada sin tener que pagar de más.

Na razie!

domingo, 13 de octubre de 2013

Como hacerse voluntario (II)

Ya estamos aquí de nuevo.  Como os prometí en la entrada anterior de este blog, llega el turno de buscar país en el cual realizar nuestro voluntariado y de mandar nuestra candidatura a las organizaciones de acogida.  Pero primero, hagamos un pequeño recopilatorio de lo que se habló en la entrada anterior, que podéis volver a leer si lo creéis necesario en este enlace.  Os presenté en qué consiste el voluntariado internacional, quienes pueden realizarlo, y las condiciones económicas que se nos van a presentar.  Recordad que las organizaciones de acogida deberían hacerse cargo de vuestra manutención.  Recordad también que necesitáis disponer de una organización de envío.  Por último, acordaros de realizar la necesaria reflexión de lo que os gustaría hacer como voluntarios antes de lanzaros a la búsqueda de proyectos.  Si habéis hecho todo esto, estamos en condiciones de seguir nuestra búsqueda.  Es hora de decidir a qué país queremos irnos.

Recomiendo dedicarle un tiempo a tomar esta decisión, porque tal como están las cosas en España, muchos estáis dispuestos a iros a donde sea con tal de trabajar, pero en el caso de la búsqueda de organizaciones dentro de un programa de Voluntariado, si no cerráis el campo de búsqueda a dos o tres países, podéis encontraros con muchas dificultades para decidir destino.  Lo mejor es pensar los posibles destinos primero, y una vez decidido, buscar las organizaciones que trabajen en el ámbito que queréis.  Evidentemente, los criterios a seguir para buscar un país son muchos y variados, oportunidades de trabajo, simpatía…  Cada uno tendréis motivos diferentes, todos válidos, razón por la cual no puedo aportaros más consejo en este aspecto.

Ya tenéis decidido el destino y el ámbito de trabajo.  Es hora de buscar las posibles organizaciones que puedan acogeros.  Para ello, tendréis que visitar la página siguiente (hacer clic en la imagen), y buscar las organizaciones cuyos proyectos encajen en vuestros criterios de búsqueda.



Tendréis que mandar un CV y una carta de presentación a las organizaciones que os interesen, en inglés o en el idioma local, si lo conocéis.  En cuanto a la carta de presentación, os recomiendo que insistáis en lo mucho que os interesa el campo de trabajo en que se mueve la organización de acogida.  Por lo general, les interesa más las ganas que tengáis de trabajar con ellos, que vuestros méritos profesionales.  Visitad su página web si la tienen, o buscad su perfil en las redes sociales, y comentadles algún aspecto que hayáis visto en ellos para demostrar que estáis realmente interesados.  Mostrad interés y tendréis mucho ganado.  A partir de aquí, todo entra en el terreno de la estrategia.  Por lo general, después de mandar el CV y la carta de motivación, la organización no os contestará.  No pasa nada, escribidles de nuevo una semana después recordándoles que le mandasteis el CV, y que os informen de la situación actual de la organización.  Una vez os hayan contestado, seguid en contacto regularmente con ellos, demostrad que estáis deseando trabajar con ellos.  En definitiva, tenéis que trabajaros el terreno primero para que la organización os tenga en cuenta una vez llegue el periodo de decisión.

Y a partir de aquí, paciencia y esperar.  Si deciden admitiros en su organización, tendréis que poneros en contacto con vuestra organización de envío para preparar todo el papeleo para vuestra marcha.  Después de vuestra admisión se abre un periodo en el que el proyecto debe ser admitido por la Unión Europea.  Veréis que este proceso es muy largo, pudiendo llegar a tener que esperar hasta dos meses.  Para tranquilidad vuestra, la mayoría de los proyectos son aprobados.  Un dato a tener en cuenta: solo podéis solicitar incorporaros a un proyecto por país.  Me explico.  Supongamos que habéis sido admitidos en dos proyectos en Bélgica, por ejemplo; pues bien, para iniciar los trámites en la UE, solo podéis solicitar uniros a uno de ellos, y no a los dos.  Sí que podéis jugar a dos bandas con proyectos de diferentes países, y esperar a que la UE dé el visto bueno a alguno de ellos.  Si se lo da a los dos, tendréis que renunciar a uno.  Pero lo que no podéis hacer es solicitar vuestra incorporación a dos proyectos en el mismo país.

Y esto es todo.  El último consejo que puedo daros es que no perdáis la esperanza de que os admitan, insistid, sed persevantes y la suerte se pondrá de vuestro lado.  Nos vemos en próximos posts.

viernes, 4 de octubre de 2013

Como hacerse voluntario (I)

Como ya os comenté en la primera entrada del blog, he venido a Polonia para trabajar como Voluntario Internacional.  Y como os prometí que os contaría en qué consistía el programa de voluntariado europeo, me toca cumplir con mi promesa y contároslo.

El programa del Servicio de Voluntariado Europeo (EVS, en sus siglas en inglés), va dirigido a jóvenes europeos, entre 18 y 30 años, que quieran trabajar, generalmente dentro de organizaciones no gubernamentales, en un país europeo distinto de su país de residencia.  No tiene que ser miembro de la Unión Europea necesariamente, cualquier país europeo es válido.  Como su nombre indica, es una actividad voluntaria, por lo cual, no está remunerada, sin embargo, por los gastos que pueda conllevar vivir en otro país no tenéis que preocuparos, pues por lo general, las propias organizaciones de acogida se encargan de pagar los viajes de ida y vuelta, aportan residencia y gastos de estancia.  Cosa diferente son los vicios que podáis tener, que corren de vuestra cuenta.  La duración de un voluntariado europeo oscila entre un mínimo de dos meses y un máximo de doce.

Llegados a este punto, supongamos que deseáis realizar un programa de voluntariado; bien, lo primero que debéis hacer es buscar una organización de envío en vuestro país.  Es imprescindible que tengáis una para poder realizar el voluntariado.  Además, ellos podrán asesoraros si tenéis alguna duda.  Si vivís en una ciudad medianamente grande, investigad si el ayuntamiento tiene algún departamento que actúe como organización de envío.  A veces, también pueden servir los servicios de empleo y prácticas de las Universidades.

Hecho esto, es el momento de comenzar la búsqueda en internet.  Este es un proceso largo, ya que encontraréis que se puede trabajar en multitud de países y en muchísimos sectores.  Por tanto, yo recomiendo hacer una reflexión al respecto antes de lanzarse a buscar como un loco organizaciones de acogida.  Encontraréis tanta información, que no sabréis hacia dónde ir.  Haced como digo, un análisis de los países a los que os gustaría ir y el campo en el que queréis trabajar, y la búsqueda os resultará mucho más llevadera.  Toda la información que necesitéis se puede encontrar en la web oficial del programa de voluntariado europeo, que podéis ver en la imagen (clicar en la imagen para acceder).



Recomiendo, quizás porque me parece una decisión más sencilla de tomar, comenzar pensando en el sector en el que queréis trabajar.  Digo que es más fácil decidir esto que el país al que os gustaría ir, porque a todos tenemos unos gustos personales, cosas que nos gusta hacer y otras que no.  El criterio para elegir el ámbito de trabajo es estrictamente personal, os podéis guiar por los estudios que hayáis realizado, ideales que tengáis, etc.  Los campos en los que se puede trabajar son muchos, se pueden elegir desde organizaciones que ayudan al desarrollo rural, hasta las que se dedican a la rehabilitación de toxicómanos.  A gusto del consumidor.  En mi caso, voy a trabajar en una organización que se dedica a educar a niños y jóvenes en el campo medioambiental.


Como podeis ver, el proceso para lograr ser voluntario internacional es un poco largo, es una tarea que requiere tiempo y esfuerzo.  De momento no hemos hecho más que comenzar nuestro proceso.  Hemos decidido en qué sector queremos trabajar.  Ahora tendremos que decidir en qué posible país nos gustaría trabajar.  Pero, como supongo habréis visto en el encabezado de este post, éste se llama COMO HACERSE VOLUNTARIO (I).  Eso quiere decir que habrá una segunda parte.  En ella, os contaré lo que debéis hacer para decidir destino y dirigiros a las organizaciones de acogida.  Pero será en el próximo post.