viernes, 3 de octubre de 2014

Bonus Special Track

¿Pero tú no habías terminado con el blog éste? ¿A qué vuelves con tus tonterías que no nos interesan? Supongo que algo así estaréis pensando en este momento, mientras leéis estas líneas que ninguno de vosotros esperaba volver a leer. Permitidme recuperar, solo por esta vez, éste blog que fue mío, en el que os contaba mis historias y experiencias en la tierra de Copérnico, para hacer una última reflexión.

Y es que hoy, 3 de octubre de 2014, se cumple un año de mi llegada a Polonia. Sí, ya se que estoy en España otra vez, y es una maravilla vivir en tu país, cerca de los tuyos y de los que se quieran acercar a tí, pese a la cada vez más lamentable situación del país, pero supongo que entenderéis que precisamente hoy me tome un tiempo para volver la vista atrás y recordar tantos momentos vividos, tantas experiencias irrepetibles y a toda esa gente que se dejó atrás hace seis meses.

Un año. 365 días. 8760 horas. Parece mucho tiempo, y sin embargo, lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Ya se que suena a tópico, pero lo siento así. Recuerdo perfectamente los días previos a mi marcha a Rzeszów, con un futuro un tanto incierto, ya que no sabía si iba a volver pronto a España o si mi estancia allí se iba a prolongar más de los seis meses estipulados. Recuerdo también las despedidas de los amigos, la fiesta de despedida que no tuve (disculpad por el tirón de orejas), la despedida de la familia, el adiós último a mi madre y mi hermana cuando subí al AVE camino a Gerona. Por cierto, fijáos como cambian las cosas, que ya no se puede volar de Gerona a Rzeszów directamente. Cosas de Ryanair...

Por supuesto, recuerdo muy bien ese tren que casi pierdo en Barcelona y que casi provoca el apocalipsis polaco, como os conté en una de las entradas de este blog (podéis leerla aquí si queréis reíros de mi de nuevo), la llegada a Polonia, el momento en que conocí a los que iban a ser mis compañeros de aventura durante esos seis meses... Recuerdo a Nathalie, a Flo, Sabrina, Roberto, Szonja... pero también a mi mentora, Aleksandra, y a mi coordinador, Maciej, y a tantos y tantos amigos que conocí en Rzeszów y en el on-arrival training de Varsovia. Mis inútiles intentos por aprender polaco, la sensación de independencia... Tantas historias, tantas anécdotas que recordar que no tendría espacio suficiente para hacerlo aquí. Ni ganas, tampoco.

Por ese motivo, porque no tengo tiempo para contarlo todo, sencillamente voy a agradecer a todos los que pasaron por mi vida durante mi estancia en Polonia y me hicieron la vida más fácil. Gracias a todos, chicos. Thank you very much. Dziekuje bardzo.

Y quizás lo más importante, me gustaría volver a aconsejar a todos que si disponéis de la posibilidad de realizar una estancia en el extranjero, del tipo que sea, bien Erasmus, EVS, trabajo, o lo que el destino os tenga preparado, no dudéis. Es una experiencia única y que os marcará para siempre.

Dicho todo esto, y si habéis aguantado a leer hasta aquí, me gustaría cerrar este blog, al menos por el momento, agradeciendo a todos su lectura. Os confieso que en mas de una ocasión, debido a la falta de ideas, me pregunté por qué continuaba escribiéndolo si apenas lo leía nadie. Pero luego decidí que esos pocos merecían que les devolviera un poco de la atención que me prestaban a mi y les mantuviera al corriente de mi nueva vida. Gracias.

Un año ya. Nada ha cambiado. ¿O quizá si?


No hay comentarios:

Publicar un comentario